Hace ya 3 años nos tomamos por costumbre, hacer una travesía en aguas cristalinas del vecino país charrúa. Salimos de Buenos Aires con Alejandro y Juan Pablo. Fueron 430 km llenos de anécdotas y aventuras que nos da esta pasión de ser pescadores deportivos. Una vez en la ciudad de Concordia donde nos encontraríamos con Sebastián gran conocedor de la zona, nos reunimos en su casa para ultimar detalles y cargar la camioneta con las cosas que faltaban, luego a dormir, por que 5 am partiríamos para suelo uruguayo. De más esta decir que esa noche no dormimos de lo ansiosos que estábamos. A la hora fijada pasamos a buscar a Sebastián y nos dirigimos hacia la frontera pasando por la tan anhelada “ZONA” donde se encuentran los dorados más grandes, por esta vez solo la vemos desde arriba. Hicimos los tramites en migraciones y seguimos viaje hasta que seba dijo… acá hay que doblar y seguir por este camino de ripio, unos cuantos km de piedra, tranqueras y campo nos separaban del rió con las tarariras tornasoles (Hoplias Lacerdae) y los dorados.
Finalmente llegamos y sin perder tiempo preparamos los equipos, ale y seba con cañas de spinning, Juan Pablo de bait cast y yo mi querida caña de mosca, señuelos y mosca en mano y siendo las 8am no metimos en el agua a vadear. Los primeros piques los tuvimos con señuelos con cuchara giratoria en la punta y de media agua.
Luego de algunos intentos en las piedras, Juan Pablo me presto su equipo de bait ya que el viento estaba muy fuerte y molestaba castear en esa parte con mucha vegetación en las orillas, dos tiros hacia un pozón después de la corredera bastaron para clavar un doradillo que luego de unas cuantas acrobacias y unas fotos volvió a su libertad
Ale fue el siguiente con una hermosa tornasol y pegadito siguió Juan pablo con otra un poco mas grande que también fueron devueltas luego de unas fotos, como ya habíamos hecho mucho barullo en ese lugar nos movimos unos 200 mts mas adelante donde Sebastián clavo una realmente muy grande, su caña se arqueo al limite de romperse y una larga lucha nos lleno de adrenalina, lamentablemente cuando la tenia a un metro esta gano y se soltó dejando a seba con un grito que decía “NOOOO”!!!!!
Después de varios intentos más sin respuesta y con el sol bien fuerte decidimos volver a armar el campamento y comer algo en una sombra que nos renovaría las fuerzas. Una vez llena la panza trate de revivir un señuelo spinner de alfers a quien le habían sacado todos los flecos y con unas plumas de ñandú que encontramos entre los yuyos le dimos vida nuevamente.
El agua cristalina hacia que podamos ver las taruchas tomando sol en las orillas y escondidas entre las piedras, sinceramente no estaban activas supongo porque en esta época ya desovaron y están cuidando sus crías , así que seguían la mosca unos cuantos metros y no la tomaban dándome mas expectativa y después de 4 o 5 tiros por ahí tenia suerte y las clavaba ,probé con varios tipos de mosca desde poppers hasta mojarras con el anzuelo invertido y lastrado, pero la que mejor rindió fue una de colores rojos y verdes que había atado específicamente para esta salida y eso me daba doble satisfacción al ver que esa mosca que uno hace gusta y sobre todo a los peces …..
Luego de unas cuantas capturas más y con la noche muy cerca decidimos volver ya que si nos agarraba la noche lejos del campamento podía ser peligroso dado que ahí todo es salvaje porque es el mismísimo medio de la nada y lejos de todo.
Después de ver las fotos y comer algo cerca de fuego nos fuimos a dormir, esta noche si que dormimos porque estábamos muertos.
Al día siguiente ni bien salió el sol unos caballos nos despertaron pasando muy cerca de la carpa y luego de unos mates volvimos a intentar unas capturas mas aprovechando las primeras horas del día donde Juan Pablo le saco el jugo a spinner que habíamos revivido con esas plumas de ñandú.
Cerca del mediodía y con mucha felicidad por las imágenes que llevábamos grabados en nuestros ojos de ese hermoso paisaje, emprendimos la vuelta.
Demás esta aclarar que estos lugares están así tan lindos, gracias a que el hombre no llega tan fácilmente y esperemos que siga así, Gracias a mis compañeros de aventura y de pesca y espero volver pronto….